La capilla está dedicada a Nuestra Señora del Carmen y fue terminada en el 1701, como parte de las obras de restauración del edificio.
El pequeño edificio es de planta central con tres altares de mármol y bóveda a cañón, decorada con estuco blanco y oro.
En la pared de la entrada se encuentra un coro con parapeto con paneles decorados con tallas de madera y cerrada por una celosía de madera dorada. Las pinturas originales fueron sustituidas después del 1850 por los actualmente ubicados sobre los altares laterales, que representan, respectivamente, La Crucifixión y San Alfonso de María de Liguori y datan de alrededor de la segunda mitad de 1800.
Se puede acceder a la Capilla por la entrada en la calle Caudina, con cita previa. Anexa a la Capilla se encuentra la sacristía.