El Casino di Starza Penta, uno de los testimonios históricos y monumentales más significativos de Maddaloni, hoy día sede del Museo Arqueológico de Calacia, fue una de las residencias principales que los Carafa della Stadera tuvieron en propiedad en Maddaloni desde el 1465.

Las primeras noticias relativas al Palacio se remontan al 1552 cuando fue citado como Starza della masseria delle Torri en el acto de donación que Diomedes II hizo a su mujer Roberta de Stigliano. Más adelante se encuentra citado en el 1610 entre los bienes de Diomedes IV con el nombre de Starza Penta.

La estructura del caserío en la fase del cinquecento es de tipo fortificado con torres de vigilancia, de las que quedan dos. Algunas partes del caserío, que ocupaban la actual ala este de la construcción, se conservan al nivel donde originariamente fue construido el edificio principal y el patio.

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Con el ascenso al poder del séptimo Duque, Marzio III (1660-1703), el caserío sufre una intervención radical de restauración y fue transformado en Caserío de Caza y villa de ocio, sin renunciar a la vasta actividad productiva que producía en una finca de 70 almudes.

Durante el reino de Carlos III de Borbón la construcción conoció su periodo de mayor brillantez; a menudo alojaba al monarca en sus frecuentes viajes para cazar. Una vez partió Carlos III para España, en el 1759 comenzó el declive para el Caserío.

A inicios de 1800 fue cedido a los Carafa de la rama de los Colubrano, y le fue requisado en el 1850 para alojar a un contingente de soldados del “13º Cacciatori Svizzero”. En el 1855 fue restituido a los Carafa, pero en al año siguiente fue adquirido por el notario Raffaele Palladino que arregló la fachada.

En el 1939 fue expropiado y otorgado primero a Propiedad Militar y después en el 1993 a Propiedad Histórico-artística, actualmente en uso por el “Polo Museale della Campania”.

El Caserío fue construido a las afueras de Maddaloni a lo largo de la calle que conducía, a través del bosque de Calabricito, a Nápoles, atravesando zonas famosas por sus posibilidades de caza. No es casualidad que aparezca representado en la Carta topográfica delle Real Caccia di Terra di Lavoro e loro adiacenze (Mapa topográfico de la Real Caza, de Tierra de Trabajo y sus alrededores) grabado en el 1784 por Rizzi Zannone y después en el monumental Atlante (Atlas) en 1808, con la simbología utilizada para los “pabellones de caza” y “villas de ocio”.

La disposición actual refleja la de la restauración ordenada por Marcio III, solo parcialmente modificada por intervenciones sucesivas dirigidas a transformar la estructura del Pabellón de Caza en un edificio urbano a mediados del 1800.

El atrio es atravesado por un amplio portal con acceso a la calle y, bajo la bóveda es posible admirar el blasón de los Carafa de Stadera con algunas insignias heráldicas de nobles emparentados con el importante linaje napolitano, que Carlos I, que sucedió a su padre Marzio III, hizo colocar en el 1710 para consagrar la finalización de los trabajos de restauración. La pintura, basada en comparaciones iconográficas, podría ser atribuida a Arcangelo Guglielmelli (1648-1723), cuadraturista de Giacomo de Po.

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Desde el atrio, a través del vestíbulo, se accede al gran patio interno. El portal de mármol en el lado oriental fue encargado por Francesco Saverio di Colubrano que, como reza la inscripción, recolocó en 1811 el bello jardín italiano al que se accedía a través del patio

El epígrafe se remonta a Marzio III (1660-1703) y estaba ubicado originalmente en la fachada. El texto fue redactado por el anticuario y erudito Matteo Egizio: “Amicis et ne paucis pateat etiam fictis”. En origen la inscripción se encontraba al ingreso del palacio. Más tarde fue trasladada al interior del patio durante la reconstrucción de la fachada a mitad del 1800.

En el eje con la entrada, ahora tapiada, el acceso a la gran finca agrícola.

La estructura