Sala 1 – El territorio

Esta sala presenta la visita al Museo y cuenta la historia de Calacia a través de un vídeo.

La antigua ciudad fue construida en los márgenes orientales de la amplia llanura llamada Ager Campanus, en un punto de confluencia y control debido a las carreteras que conducían a las regiones internas de Samnio, un área que aparece permanentemente ocupada desde la Edad del Bronce.

La circunscripción adquirió una primera forma de unidad cultural con el nacimiento, en el último cuarto del siglo VIII a.C., de una pequeña ciudad gobernada por ricos aristócratas, fruto de un proceso de reorganización del mundo indígena bajo la presión de la colonización griega en la costa de la Campania. En las llanuras alrededor de Calacia se reúnen, desde la mitad del siglo IV a.C., los signos de una fuerte antropización, con villas y granjas que se asocian a las obras de saneamiento y organización de los terrenos, hecho que se relaciona con la introducción de cultivos especializados.

A este contexto, se suma la Vía Appia, la gran carretera encargada por los romanos para conectar el sur. La vía proveniente de Capua desviaba su camino para entrar en la ciudad, constituyendo así el Decumano Massimo. Continuaba hacia el Caudium (actual Montesarchio) pasando por el estadio de Novas (S. María a Vico) del que proviene la estatua de mármol de la época romana, copia de una original helenística, que representa a Apolo Citaredo, en exposición.

Tras la derrota de Aníbal, los alrededores de Calacia, así como toda la llanura, fueron confiscados por los romanos y dados en arrendamiento. Al inicio del siglo II a.C. fue dividido en una cuadrícula de unos 710 metros de lado, materializados en el terreno por las carreteras durante largos tramos, reconocibles en el conjunto actual.

Una recuperación de la ocupación del territorio de Calacia tiene lugar en la primera y mitad edad imperial, entre los siglos I y II d.C. como demuestra la presencia de granjas y centros de producción.

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Sala 2 – La Ciudad